Estoy que me salgo, me sorprendo a mi misma. Cuando me pongo a poner cosas en el blog no paro, pero como de tiempo no estoy muy sobrada, pues cuando tengo un ratillo lo aprovecho.
Este verano como tenía tanta familia todos los días en el chalet, aproveché para usarlos como conejillos de indias, y todos los días les preparaba recetas que no había hecho, y que tenia ganas de hacer.
Pues aproveché la ocasión, por que tengo que reconocer que en mi casa están un poquito hartos de tanto experimento y se quejan de que los estoy cebando. Lo peor no es eso, es que cuando quedan restos por no tirarlos, se los come una, y eso se va notando considerablemente jajaja. Así que ahora cosa que sobra la regalo a amigos o a la familia y, aparte de quedar bien, no tengo que aumentar la talla de pantalón.
Unos de los cupcakes que hice son estos de capuchino. Los saqué del libro de Alma Obregon, y debo decir que son muy buenos, el bizcocho sale muy esponjoso y con un ligero sabor a café.
Otro día hice unos de oreo, también les gustó mucho. No se como hace Alma Obregon para que la crema de queso con oreo le salga tan clarita, por que yo seguí la receta al pie de la letra, y me salieron demasiado oscuros.
Y por último, les hice los de red velvet (o terciopelo rojo), estos últimos ganaron por goleada, son extraordinarios. Todo el mundo te pregunta que sabor tienen, no se, muy buenos a red velvet, que los prueben y verán, repetirán.
Lo malo de hacer todas estas cosas, es que cada tarde tenía más familia, que quería comer cosejas buenas, y una también quiere alguna tarde para descansar y tomar el sol, pero siempre les hacía algo nuevo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comentarios