Este verano vino a veranear un amigo de mi sobrino Pablo al chalet de mi madre, Julien. Aparte de ser encantador, y no lo digo porque si, es que era guapo, simpatico y divertido. Hay que señalar que lo que mas le gusto fue salir por la noche con todos mis sobrinos, que son unos pocos.
Mi hermana Ofelia vive en Suiza junto con su marido Jurg y su hijo Pablo. Mi sobrino siempre le cuenta a sus amigos lo bien que se lo pasa en España, y cuando invito a Julien, no se lo penso dos veces, ya esta diciendo que repite el año que viene otra vez, asi que imaginaros.
La verdad es que no resultó nada fácil hacer una tarta sorpresa para una persona que estaba todo el rato pululando alrededor y que ademas cada uno que pasaba a la cocina preguntaba que para quien era, y que que estaba haciendo. Bueno, al final no con poco esfuerzo la termine y fue una sorpresa para todos.
Aquí tenéis el resultado final de unos días de trabajo a la sombra junto a su destinatario y, como no podía faltar, de fondo tenemos el original que pretende imitar la tarta. No se lo esperaba y fue muy agradecido. (Perdona que no la pusiera antes en el blog, un beso).
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